La polémica motivada por el comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid denunciando el acoso de Podemos a los informadores ha sido uno de los temas más debatidos en la mesa redonda "Periodismo político en la era digital", en el XVIII Congreso de Huesca. Su oportunidad, razones y, ante todo, cómo ilustra el problema de la relación entre los periodistas y los políticos han sido aspectos tratados por los cuatro expertos en información política que han participado en esta sesión, junto con temas como la relación entre el periodista y sus seguidores.
Lucía Méndez, redactora jefe de Opinión en El Mundo; Esther Palomera, colaboradora en tertulias de Telecinco, Cuatro y Cadena Ser; Javier Casqueiro, corresponsal político de El País; y Jesús Maraña, director editorial de Infolibre, como moderador, han sido los cuatro profesionales que han participado, con opiniones a veces opuestas, en la mesa, en la que también se ha analizado cómo internet ha cambiado la forma de hacer periodismo.
Resumiendo estas transformaciones, Esther Palomera ha considerado que el principal cambio es que los informadores están ahora "permanentemente conectados" lo que afecta a la calidad de vida, pero "el periodismo honesto, riguroso y crítico se sigue haciendo igual". Como aspecto negativo ha destacado "el pecado de buscar más la inmediatez que la calidad" y como contrapartida positiva, la perdida "del privilegio de decidir qué es noticia", dando la posibilidad de entrar a nuevos temas.
Como ejemplo de "corriente crítica de lo digital" se ha definido a sí misma Lucía Méndez, para quien con las redes sociales se han extendido prácticas negativas: polemizar con los políticos desde cuentas personales, "que contribuye a confundir con que somos iguales"; convertirse en una marca personal, "un peligro en una profesión de egos desatados"; y el peso de la interacción con los seguidores. "Hemos perdido la capacidad de ser intermediadores, pero no debe llevarnos a hacer en rueda prensa las preguntas que quieren los seguidores", ha añadido.
Entre estas dos posiciones, Javier Casqueiro ha señalado que las redes tienen más aspectos positivos que negativos, considerando así que la marca personal es mejor para el profesional que la marca del medio. En especial, Casqueiro ha señalado que las redes han abierto un debate que antes se limitaba a cada redacción "ahora te llegan por numerosas vías ideas de gente anónima y de compañeros de otras redacciones, que dan más posibilidades y te hacen menos sectario". Sin embargo también ha coincidido en que con la actual exigencia de rapidez en publicar "la calidad de la información se resiente".
El moderador del debate ha introducido luego la cuestión de cómo condiciona el entorno digital las relaciones entre los periodistas y los políticos, un aspecto que ha calificado como "un factor clave en el caso de la APM y Podemos y la desproporción de la reacción en algunos medios". Esta polémica ha centrado el resto del debate, y de las intervenciones del público, con la circunstancia de que tanto Jesús Maraña como Lucía Méndez son miembros de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Esther Palomera ha considerado que "en el plano periodístico no podemos considerar la más mínima intromisión y hay que denunciarla siempre", pero que la APM no lo ha hecho siempre y su comunicado, por su falta de concreción, ha sido "un pésimo ejercicio de periodismo". Además, ha señalado que los denunciantes "han pecado de inmadurez" porque "muchos tenemos amigos políticos, pero delante del ordenador somos periodistas" y ha criticado que los directores "no suelen defender a los redactores" cuando "con el PP las presiones se ejercían desde arriba y Podemos ataca a la infantería porque no tiene capacidad de llegar a los directores".
La responsable de Opinión en El Mundo, por su parte, ha resaltado que la relación entre Podemos y la prensa como institución es tensa "por su parte y por la nuestra", como muestra que se ignoraran sus mítines en las crónicas de la campaña electoral europea. Respecto al comunicado en sí ha señalado que en la Junta Directiva hay "un debate pendiente para resolver por qué ha pasado lo pasado y sus consecuencias para credibilidad asociación".
Una visión opuesta la ha ofrecido Casqueiro, quien ha destacado que "nadie duda de la veracidad de los ataques denunciados". El periodista de El País ha subrayado que es cierto que todos informadores reciben presiones y él mismo se enfrentó a que Aznar no le concediera turno en sus ruedas de prensa "pero no he visto nunca estas presiones desde el entorno de un líder. Me indigna lo perruna y miserable que llega a ser esta profesión con nosotros mismos; hay jóvenes que viven una situación con miedo y el debate es el espacio que se dedica en El País".
La cuestión de si el comunicado emitido fue adecuado o de si se hubiera hecho lo mismo frente a otros partidos ha motivado también otras reflexiones, si bien Jesús Maraña ha considerado que todos los participantes comparten, como reflexión final, la idea de Lucía Méndez de que "no creo que haya nadie con autoridad moral para dar lecciones en esta profesión".
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