Con sus retransmisiones en streaming de las movilizaciones de la Puerta del Sol en 2011, el periodista Stéphane M. Grueso (@fanetin) mostró las nuevas posibilidades que los dispositivos móviles ofrecen para el trabajo periodístico. El interés por las herramientas digitales (aunque también los movimientos sociales y la Cultura Libre) es una constante en la trayectoria profesional de Grueso como periodista y docente, y de cómo utilizar móviles y tablets para informar ha tratado su taller "El periodista y su smartphone". Quince periodistas han participado en este taller práctico de la Asociación de Periodistas de Aragón, que ha sido la primera de las actividades del XVII Congreso de Periodismo Digital de Huesca.
-¿Qué temas se tratan en este taller?
-Todos sabemos, por ejemplo, que con un teléfono móvil podemos hacer muy buenas fotos, de calidad publicable; pero lo que se quiere mostrar, de forma práctica, haciendo que los participantes prueben aplicaciones y accesorios, es que el teléfono es una herramienta más poderosa de lo que pensamos. En vez de copiar una nota de prensa, se puede hacerle una foto y convertir el texto en un Word; se puede enviar directamente un corte de audio a la radio...
Así que lo que en este taller se ven diferentes situaciones en las que podemos usar un Smartphone en cuatro apartados: trabajar con textos, audios, fotografías y vídeo. Y también señalar las limitaciones, porque hay cosas para las que un móvil no sirve. Creo que es un curso muy interesante independientemente de los conocimientos, ¡yo mismo aprendo algo en cada sesión!
-La sensación es que no tenemos solo una cámara más cómoda o una grabadora más eficaz, sino que el cambio es mucho más sustancial, ¿es así?
-Con un móvil se puede grabar con igual calidad que con una grabadora, aunque a la vez la batería tiene mucha menos duración. Yo pienso que el teléfono no lo va a cambiar todo; pero la ventaja que tiene es la conexión permanente a internet, que te da algo tan importante en periodismo como inmediatez para enviar tu trabajo. Además hay que pensar que el teléfono siempre va contigo.
-¿Y no tiene también esto aspectos negativos, sobre todo en las plantillas de los medios y lo que se exige a los periodistas?
-Es cierto que hay que tener cuidado con no forzar. Cuando yo trabajaba en la corresponsalía de Televisión Española en Berlín, los equipos audiovisuales eran de cuatro personas, ahora lo normal es que sean de dos y ya estamos viendo a una sola persona.
Nos podemos pasar de frenada, pero en el taller la cuestión no es si eso está bien o está mal. Lo cierto es que la profesión periodística está cambiando y hay que aprender a usar estas herramientas por si te hacen falta.
-Justo estos días se está celebrando el Mobile World Congress de Barcelona en el que se anuncian nuevas posibilidades del móvil, como vídeos inmersivos, ¿qué nuevos usos para el periodista puede tener aún el Smartphone?
-Se están presentando aparatos como móviles con cámaras cada vez más luminosas, que así mejoran el principal problema para la calidad de las fotos, que es el tamaño de la lente; pero los periodistas aún necesitamos que se popularicen accesorios como teclados externos y, sobre todo, que se mejore la duración de las baterías, que es el principal problema cuando utilizas todas las aplicaciones que hemos comentado.
Y nuevas posibilidades... Habrá que ver qué se populariza finalmente de novedades como los vídeos de 360 grados. Las gafas de Google no cuajaron; pero si ahora estos vídeos se extienden, es seguro que en pocos meses los periodistas tendremos que ofrecerlos. Somos esclavos de lo que la gente quiere.
-¿Se puede hablar entonces de que con estas nuevas posibilidades tecnológicas surge un nuevo periodismo?
-Es cierto que cambian las formas de escribir, que se piden textos más cortos o que donde antes era preciso un párrafo explicativo puede bastar un enlace; pero siempre es preciso saber contar bien una historia. Esto era así desde las tablas de arcilla de los sumerios y no va a cambiar.