Los veinte años del Congreso de Periodismo Digital de Huesca han motivado que la primera mesa redonda de esta edición se haya dedicado a analizar los cambios vividos en estas dos décadas. El moderador de esta sesión, Pedro de Alzaga, ha presentado la mesa como “un repaso de lo que ha pasado en las empresas, en las redacciones, en los lectores y en el sector en general, con cuatro personas que han conocido el periodismo en estos veinte años”. Así, sobre cada uno de estos aspectos han dado su visión Guillermo Culell (Grupo Clarín); Borja Echevarría (El País), Marta Peirano (eldiario.es); y Jesús Maraña (infoLibre).
La apertura de nuevos modelos de negocio aún en ciernes, la ya normal integración de lo digital en las redacciones, la necesidad de escapar del modelo de consumo de noticias que promueven las redes sociales y los cambios constantes han sido las principales ideas expuestas en la mesa.
Guillermo Culell ha comenzado su análisis sobre las empresas informativas recordando que “la industria periodística es muy pequeña respecto de otras, sus momentos de apogeo y decadencia tienen impacto económico imperceptible para resumir en tres ideas, su pasado, presente y futuro».
Del pasado, Culell ha destacado que “no entendimos nada y solo pasamos lo que hacíamos en el papel a la pantalla”, del presente, que el pago por contenidos es una fórmula limitada a pocas cabeceras y que las marcas se están disolviendo».
Sin embargo, el ponente se ha mostrado optimista respecto al futuro señalando que vienen “mutantes, cosas que no sabemos qué van a ser”, con ideas como las marcas construidas de fragmentos, redacciones livianas, periodistas trabajando en red y, sobre todo, la cobertura en tiempo real “no como la televisión sino de una manera que todavía no hemos inventado”. Además, ha asegurado que “lo que hay que inventar, lo vamos a inventar los periodistas”.
En su resumen del cambio en las redacciones y periodistas, Borja Echevarría ha recordado su experiencia profesional para resaltar que hace veinte años existían muros invisibles entre las redacciones tradicional y digital, “con incompresión muy alta hacia el trabajo del otro y prejuicios mutuos” hasta que en 2006 comenzó la verdadera integración, “el camino lógico de unir las redacciones en una única marca y cultura”.
Echevarría ha señalado que aunque en ese proceso se quedó “mucho talento por el camino”, muchas dudas se han despejado ya y se ha llegado ya a una simbiosis “de lo mejor de los dos mundos juntos” y ahora se demandan “nuevos perfiles combinados con otros más tradicionales, capaces crear medios de altísima calidad”; así ha destacado el premio Porquet de este año a las editoras de Verne como muestra de que los perfiles ya se mezclan “y las cosas han cambiado para siempre”.
Marta Peirano ha enfocado su intervención sobre los lectores destacando que actualmente las redes sociales son el principal medio de información del planeta, pero que en verdad son “máquinas de extracción de datos masivas” y que están “diseñadas a partir del diseño de las tragaperras”, promoviendo el aislamiento del usuario, la velocidad y la catarata contenidos, porque lo que interesa es que el usuario esté pegado a la máquina el mayor tiempo posible.
En este panorama, Peinaro ha destacado que los bulos son contenidos más interesantes que las noticias y además las redes no tienen responsabilidad legal por difundir contenidos falsos por lo que los medios de información “no podemos competir en atención ni económicamente”, por lo que ha concluido su intervención destacando que “estamos produciendo más noticias de las que nos conviene y generando un ecosistema en el que no podemos ganar”, para reivindicar un cambio para apostar por la calidad de los contenidos.
Estos tres aspectos han estado presentes en la intervención de Jesús Maraña, que ha dado una visión general resumiendo veinte años de cambios en veinte tuits que ha publicado en su cuenta. Así, Maraña ha ido leyendo ideas como: los editores y periodistas no vieron el desastre del modelo de negocio; el periodismo tiene un coste y no se puede regalar; los lectores no son usuarios y el periodismo no es solo un negocio; allí donde acudan los lectores debemos hacer periodismo; noticia falsa es un oxímoron; hay lectores pero el reto es recuperar su confianza; importa más la credibilidad que las exclusivas; un medio necesita crear una comunidad de valores… Como resumen, Maraña ha señalado que tanto estos años como el futuro son “un viaje vertiginoso, pero también un laboratorio para probar y reivindicar el valor del periodismo”.