Tres periodistas que se dedican a la política han reflexionado sobre su pasado en la profesión, los motivos por los cuales decidieron dar el salto y cómo valoran la relación periodista y político.
Los invitados representan a perfiles políticos muy distintos, el local, autonómico y el nacional. Begoña Floria, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Tarragona, Pablo Montesinos, vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, y Alberto Bonilla, diputado de Ciudadanos en el Parlamento de Navarra, con el periodista de La Sexta, Diego Sánchez, coordinador de esta mesa.
Para Begoña Floria: “Soy periodista y me dedico a la política”. Los tres invitados han coincidido en que nunca se deja de ser periodista, de hecho su bagaje profesional les facilita comunicar de mejor forma su actividad política. Sin embargo, en cuanto a la posibilidad de hacer el camino de retorno, para Floria “volver para atrás es imposible”, lo que matiza Bonilla, que sí valora esa posibilidad.
De su participación política, Pablo Montesinos considera que es enriquecedor y positivo para los partidos la integración de personas de la sociedad civil y considera que en su caso, su formación le permite empatizar más con los periodistas. A esa idea se suma Alberto Bonilla, que valora la juventud y la ilusión en la política aunque reconoce que los periodistas “que hablamos de todo pero no sabemos de nada” tienen dificultades para tratar algunos asuntos políticos complejos que requieren conocimientos muy especializados como la economía o el derecho.
Otro aspecto tratado en esta sesión ha sido la mala praxis practicada por algunos políticos de no responder a las peguntas de los periodistas. El pasado de los invitados hace que tengan perfiles sensibles a la comunicación y consideren negativas esta formas. Montesinos explica que en ocasiones los políticos se basan en la unidad del mensaje y el argumentario marcado por el partido, esquivando preguntas polémicas: “Los periodistas hacen su trabajo pero los partidos también tienen su estrategia y se esfuerzan por colocar sus mensajes”, añade.
Alberto Bonilla cree que responder a todas las preguntas es beneficioso para la marca y la reputación del partido y que el político debería esforzarse por tener una respuesta para todo. En este caso, para Begoña Floria hay una presión constante y necesaria, “el periodista busca información y tiene que sacar titulares y el político tiene un proyecto que defender”.
La crispación de ambos lados ha sido uno de los últimos aspectos comentados, “debemos de dar ejemplo desde la política y reflexionar todos sobre el ambiente de crispación que hemos creado”, concluye Floria. La inmediatez que marcan las redes sociales y la dificultad de verificación de noticias son elementos que afectan a esta crispación. Por ello, los invitados se muestran a favor de proyectos de verificación de datos que suponga una llamada de atención hacia los bulos y las informaciones falsas.